Una mujer soltera tiene una aventura picante
No todas las historias comienzan en lugares románticos. A veces, la chispa se enciende entre estanterías llenas de auriculares, altavoces y pantallas brillantes. Esa mañana, una mujer soltera se vistió con intención. Eligió un vestido ajustado, de esos que realzan la figura sin necesidad de exagerar. Sabía exactamente lo que quería, y no tenía nada que ver con tecnología.
Desde hacía unas semanas, pasaba por la tienda de electrónica del barrio y no podía evitar fijarse en el dependiente. Jovial, atento, con una sonrisa que contrastaba con el frío ambiente de cables y dispositivos. Así que decidió que era momento de dar el primer paso. Y lo haría con estilo.
El vestido ajustado no era vulgar, pero sí lo suficientemente sugerente como para llamar la atención. Tacones discretos, maquillaje suave, y una actitud segura, de esas que no necesitan decir demasiado para hacerse notar. Al cruzar la puerta automática de la tienda, sintió todas las miradas, pero sólo le importaba una.
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Una chica hace una una visita poco común a una tienda
La mujer soltera tomo la iniciativa porque sabe exactamente cuándo y cómo actuar. Esta mujer soltera, con su vestido ajustado como aliado, caminó entre los pasillos fingiendo interés en altavoces y televisores, pero su objetivo era claro. Cuando el dependiente se acercó a ofrecer ayuda, la conversación fluyó con naturalidad, entre preguntas técnicas y sonrisas que decían más de lo que aparentaban.
Le preguntó por recomendaciones, se interesó por productos que quizás no pensaba comprar, y soltó un par de bromas sutiles. Él, por su parte, no pareció indiferente. Hubo miradas, pequeños silencios incómodos que solo ocurren cuando hay química. Y aunque no intercambiaron teléfonos ni hubo un final explosivo, ambos sabían que esa visita no fue una casualidad.
La mujer soltera salió de la tienda con una pequeña compra simbólica y una gran sonrisa. No era sólo por la atención recibida, sino por haber tenido el valor de seguir su instinto. A veces, un vestido ajustado puede ser más que una prenda: puede ser una declaración silenciosa de deseo, confianza y libertad.